Los que me conocen desde hace mucho tiempo saben que creo firmemente en el valor de la conversación. Organizo conversaciones en cualquier lugar y momento, dentro y fuera de las clases convencionales. 

 

 

En mis cursos para aprender italiano siempre dedico una buena parte de mi tiempo al desarrollo de esta habilidad, que considero fundamental e indispensable. Sé que es difícil para todos perder la vergüenza y la inseguridad que nos acompaña fielmente diciéndonos: «¡No! Estás equivocado! Combina mejor. Coordina bien. Haz esto, haz aquello».

 

Uff! Cuantas órdenes nos damos a nosotros mismos. Somos realmente muy pesados 🙂 Pero no…

 

Yo, tu profesora, no soy así. Insisto en que practiques, te estimulo a que experimentes, te exhorto a que escuches tu voz y tu cerebro, porque un número infinito de veces, en una frase, he oído una palabra mal colocada solo por no confiar en ti mismo y en todo lo que sabes! Lo único que deseo durante las conversaciones es que te expreses. Que te sientas libre de cualquier juicio (¿¡¿¡cómo podría yo?!?!) o de tus prejuicios!

 

¡Habla usando las herramientas que hayas aprendido hasta ese momento, úsalas todas y bien! Esto es súper importante para el aprendizaje. En Italia, tenemos una frase incorrecta desde el punto de vista gramatical, pero que es perfecta en la transmisión del mensaje contenido Nessuno nasce imparato (Nadie nace aprendido). ¿Ya la habías escuchado? ¿Sabes cuál es su significado?

 

Para concluir: tómate tiempo para componer una oración (no importa si no hablas rápidamente), pero hazlo con libertad y orgullo: sí, ¡tu hablas italiano!

 

En definitiva: conversa, explora y aprende.